Dos de croquetas… de bacalao!

Pocos ingredientes han tenido un recorrido tan extenso como el bacalao. En Portugal, donde se dice que existen más de mil maneras de prepararlo, es un auténtico símbolo culinario, presente en platos que van desde guisos hasta frituras. Durante el tiempo que viví allí, pude comprobar de primera mano su importancia en la gastronomía y la enorme variedad de recetas en las que es protagonista. Hoy vamos a aprovechar ese sabor y versatilidad para preparar unas croquetas de bacalao irresistibles.

Además de su historia, el bacalao es una excelente fuente de proteínas y contiene ácidos grasos Omega-3, beneficiosos para la salud. Su capacidad para absorber sabores y mantener una textura jugosa lo hace ideal para croquetas, donde su delicadeza contrasta con la cremosidad de la bechamel.

Un tesoro del mar en la cocina: el bacalao

Bacalao seco, el ingrediente tradicional para unas croquetas llenas de sabor.

El bacalao tiene un sabor suave pero reconocible, con un toque salado que lo hace destacar sin ser demasiado fuerte. Si te ha sobrado de la cena, puedes aprovechar los restos o prepararlo desde cero. Puedes usarlo fresco o desalado, siendo esta última opción la más recomendable por su sabor concentrado y su textura firme. En estas croquetas de bacalao, la combinación entre la cremosidad de la bechamel y el toque salado del bacalao crea un equilibrio perfecto.

Ingredientes para 2 raciones de croquetas

Junto con la bechamel, también vamos a necesitar:

  • 150 g de bacalao desalado.
  • 1/2 cebolla.
  • 1 ramillete de perejil fresco.
  • Una pizca de sal y pimienta blanca

Vamos con el relleno para las croquetas de bacalao

Transformar este pescado en croquetas permite aprovechar su sabor y textura de una forma única. Con los pasos adecuados, conseguirás unas croquetas de bacalao con un interior cremoso y un exterior crujiente, resaltando el carácter del bacalao en cada bocado.

Salteamos la cebolla

Saltea media cebolla finamente picada en una sartén con aceite. Si, como yo, has usado bacalao desalado, es mejor no añadir sal en este paso, ya que el bacalao puede aportar suficiente, y es mejor ajustarla al final.

Agregamos el bacalao

Tienes que haber desalado el bacalao con anterioridad. Para ello, ponlo en remojo en agua fría durante 24 a 48 horas, cambiando el agua cada 8-12 horas para eliminar el exceso de sal. Una vez desalado, desmenúzalo y añádelo a la sartén, removiendo bien para que absorba los sabores del sofrito.

Preparamos la bechamel

Para potenciar su presencia en la receta, infusiona la leche con restos de bacalao antes de preparar la bechamel.

Incorporamos los ingredientes

Añade la bechamel a la sartén junto con el bacalao y la cebolla, mezclando hasta obtener una masa homogénea. Prueba la mezcla y, si lo ves necesario, ajusta la sal. Añade una pizca de pimienta blanca y, al final, espolvorea el perejil fresco finalmente picado, removiendo bien para integrarlo.

Enfriamos la mezcla

Extiende la mezcla en un recipiente, cúbrela con film transparente y deja reposar en la nevera durante al menos 4 horas. Para una textura óptima, es recomendable dejarla toda la noche.

Rebozamos y freímos

Vamos con un paso fundamental: el rebozado y la fritura. Una buena técnica marcará la diferencia para lograr unas croquetas crujientes y doradas.

Rebozado y fritura de croquetas

Para unas croquetas crujientes y deliciosas:

  • Rebozado:
    1. Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
    2. Enharina las croquetas con una fina capa.
    3. Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
    4. Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
  • Fritura:
    • Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
    • Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
    • Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.

Claves para resaltar la esencia del bacalao en las croquetas

  • Añadir una o dos anchoas desmenuzadas al sofrito realzará el sabor gracias a su umami, potenciando el carácter salino del bacalao sin que el resultado quede demasiado salado.
  • Usa puerro en lugar de cebolla si quieres un sabor más suave y ligeramente dulce, que combina muy bien con el bacalao. También puedes mezclar ambos para un equilibrio más complejo.
  • Un toque de pimentón de la Vera aportará profundidad, mientras que un toque de ajo, ya sea en polvo o sofrito junto al puerro o la cebolla, resaltará el sabor del bacalao.
  • Prueba con hierbas frescas como perejil, cebollino o cilantro para aportar frescura y un poco de contraste al sabor salado del bacalao.

Ponles tu toque personal

Las croquetas de bacalao son un clásico en muchas casas durante la Semana Santa, y no es casualidad: tienen ese sabor intenso y salino que funciona muy bien cuando se busca algo sabroso sin recurrir a la carne. Combinan de maravilla con salsas cremosas y con un toque de acidez. Prueba a acompañarlas de una maravillosa salsa verde o con un poco de romesco para un contraste espectacular. También funcionan muy bien con una salsa de limón o un alioli suave, que complementan el sabor del bacalao sin dominarlo.

¿Te animas a prepararlas? Cuéntanos en los comentarios cómo te han quedado y cuál ha sido tu combinación favorita para estas croquetas de bacalao.

📅 Última actualización: 13 de abril de 2025.


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