Salsa verde para croquetas: el toque fresco que invita a mojar el pan

La salsa verde es una de esas recetas sencillas que siempre funcionan. Se prepara en pocos minutos y tiene un sabor fresco y equilibrado, perfecto para quienes buscan algo ligero pero con carácter. No hacen falta ingredientes exóticos ni técnicas complicadas: basta con un poco de ajo, buen aceite de oliva, una pizca de harina para obtener su característica textura melosa y, sobre todo, un buen puñado de perejil fresco. Aunque muchas veces lo usamos solo como adorno, el perejil tiene muchos beneficios y, especialmente en esta salsa, tiene todo el protagonismo. Le da ese toque de color y frescura, y un sabor tan agradable que te obliga a mojar el pan.

Un toque verde que transforma cualquier croqueta

Perejil fresco, ajo y aceite de oliva sobre una mesa, ingredientes básicos para una salsa verde casera para croquetas.

La clave de una buena salsa verde está en la calidad de los ingredientes y en la técnica. Un buen aceite de oliva virgen extra y un perejil fresco y aromático son fundamentales para conseguir el sabor auténtico de esta salsa. La combinación de ajo y aceite aporta profundidad y equilibrio, suavizando el sabor de las croquetas y realzando su cremosidad. Tradicionalmente, esta salsa se usa sobre todo para acompañar platos de pescado, aunque también encaja bien en muchas otras preparaciones y, cómo no, con nuestras croquetas favoritas.

Ingredientes para la salsa verde casera

Para hacer una salsa verde deliciosa y equilibrada, solo necesitas ingredientes frescos y de buena calidad. Puedes usar el caldo que más te guste según las croquetas que vayas a acompañar:

  • 1 manojo de perejil fresco.
  • 2 dientes de ajo.
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
  • 100 ml de vino blanco.
  • 150 ml de caldo.
  • 1 cucharadita de harina.
  • Una pizca de sal y de pimienta negra.

Cómo preparar salsa verde paso a paso

Pocas cosas tan sencillas resultan tan sabrosas como esta maravillosa salsa.

Sofreímos el ajo

Pela los ajos y pícalos finamente. En una sartén, calienta el aceite de oliva a fuego medio y sofríe el ajo hasta que empiece a dorarse, pero sin que se queme.

Añadimos la harina

Añade la harina y remueve bien para que se cocine durante un minuto, eliminando el sabor a crudo.

Incorporamos el vino y el caldo

Vierte el vino blanco y deja que reduzca ligeramente para que pierda el alcohol. Después, añade el caldo poco a poco, removiendo constantemente hasta que la salsa espese y tenga una textura homogénea. Puedes usar caldo de pescado o de verduras según con qué vayas a acompañarla.

Añadimos el perejil y ajustamos el sabor

Pica el perejil muy fino y añádelo al final. Remueve bien la salsa, ajusta el punto de sal y agrega una pizca de pimienta negra, si es posible, recién molida. Cocina a fuego lento durante 2-3 minutos más para que los sabores se integren bien.

Consejos para una salsa verde perfecta

Esta deliciosa salsa es conveniente servirla caliente. Si la preparas antes, puedes conservarla en la nevera un par de días, en un tarro bien cerrado, y calentarla unos minutos a fuego medio antes de servirla.

  • Es muy importante usar perejil fresco y de calidad, si está mustio o seco, la salsa perderá buena parte de su aroma. Aunque se puede usar todo el manojo, si solo empleas las hojas conseguirás una textura más fina y un color más intenso.
  • Si no quieres que el ajo sea demasiado intenso, puedes remojarlo unos minutos en leche antes de usarlo: así perderá parte de su fuerza sin dejar de aportar sabor. Y si lo prefieres más potente, añade medio diente más o no lo cocines tanto.
  • Para un toque salado y diferente, prueba a añadir un par de anchoas en aceite picadas muy finas. Se integran fácilmente y le dan un punto umami muy interesante, sobre todo si la usas con croquetas de pescado.
  • Para mucha gente, la cebolla es imprescindible en la salsa verde, y lo cierto es que le sienta muy bien. Yo suelo hacerla sin ella, pero si decides incorporarla, sofríela muy picada junto al ajo. Aportará un toque de dulzor y una base más suave, sin restarle frescura.
  • Si te gusta con una textura más ligera, puedes añadir un poco más de agua o caldo caliente al final. Y si la prefieres más espesa, lo mejor es dejarla reducir unos minutos más a fuego suave o añadir una pizca de maicena disuelta previamente en un poco de agua fría.

Disfruta de tus croquetas con salsa verde

La salsa verde es el acompañamiento perfecto para croquetas de pescado y marisco, como las de merluza y gambas, las de rape y almejas o las de zamburiñas. Su sabor fresco y ligeramente picante equilibra la cremosidad de las croquetas, creando una combinación deliciosa. También funciona muy bien con croquetas de pollo o de jamón, porque ese punto fresco del perejil y la intensidad del ajo ayudan a equilibrar los sabores y a que el relleno destaque todavía más.

¿Con qué croquetas vas a probar esta salsa verde? Si le das tu propio toque, cuéntanoslo en los comentarios. ¡Siempre es un placer descubrir nuevas ideas!

📅 Última actualización: 07 de mayo de 2025.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio