Dos de croquetas… de salmón y eneldo!
Durante siglos, el salmón ha sido uno de los grandes protagonistas de la cocina del norte de Europa. Se pescaba en ríos y fiordos, y su carne firme y sabrosa no solo era un manjar, sino también una fuente de alimento muy valorada por lo fácil que era conservarlo ahumado o salado. El eneldo, por su parte, es una hierba aromática que se cultiva desde hace siglos, aunque también crece silvestre en algunas zonas. Con su frescura tan característica y ese aroma suave que recuerda al campo, ha acompañado platos de pescado, sopas y salsas en medio mundo. Juntos, aportan un sabor que suena a tradición y funciona de maravilla.
Combinando el mar y la tierra: el salmón y el eneldo

Lo que hace especiales estas croquetas es el equilibrio entre el sabor del salmón, con su punto graso y suave, y la frescura del eneldo, que aligera el conjunto. La textura es cremosa, pero ligera, y todo encaja sin necesidad de adornos. En esta ocasión preferimos usar salmón fresco, pero también puedes marinarlo antes de usarlo en la mezcla, si te apetece un sabor más intenso y aromático.
Ingredientes para 2 raciones
Además de la bechamel, para estas croquetas vamos a necesitar:
- 150 g de salmón fresco.
- 1 ramillete de eneldo fresco.
- 1 diente de ajo.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 1 cucharadita de zumo de limón.
- Una pizca de sal y pimienta blanca.
Preparamos la mezcla para nuestras croquetas
Para que las croquetas queden jugosas y equilibradas, es importante cocinar el salmón ligeramente para que mantenga su sabor y textura.
Preparamos los ingredientes
Limpia bien el salmón, retirando la piel y cualquier espina que pueda quedar. Córtalo en trozos pequeños y resérvalo. Pela y pica el ajo en trocitos finos.
Sofreímos el ajo y el salmón
En una sartén, calienta el aceite de oliva y añade el ajo. Sofríe a fuego medio hasta que comience a dorarse ligeramente. Añade el salmón y cocínalo durante unos minutos, lo justo para que esté hecho pero aún jugoso. Ajusta la sal y añade una pizca de pimienta blanca.
Añadimos el eneldo y el toque cítrico
Añade el zumo de limón para realzar el sabor. Pasados un par de minutos, retira la sartén del fuego y añade el eneldo picado. Remueve bien para que el eneldo se integre y libere su aroma.
Hacemos la bechamel
Para darle un toque, puedes infusionar la leche con los restos del salmón y una ramita de eneldo.
Bechamel fácil y cremosa
Consigue una bechamel cremosa y sin grumos siguiendo estos pasos:
- Ingredientes básicos:
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina tamizada
- 400 ml de leche caliente
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- Preparación:
- Derrite la mantequilla a fuego medio.
- Añade la harina tamizada y remueve constantemente durante 2 minutos, hasta que tome un tono dorado.
- Incorpora la leche caliente poco a poco, batiendo para evitar grumos.
- Cocina a fuego lento hasta que espese y tenga una textura cremosa pero firme.
- Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
Consulta nuestra receta para la bechamel tradicional o prueba una alternativa sin gluten
Integramos la mezcla en la bechamel
Añade la mezcla de ingredientes a la bechamel y remueve bien hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos.
Dejamos reposar y enfriar
Pasa la mezcla a un recipiente, cúbrela con papel film tocando la superficie y guárdala en la nevera al menos 4 horas. Si puedes dejarla toda la noche, mejor.
Rebozamos y freímos
Solo nos falta darles forma y empanarlas antes de darles el toque final en la sartén.
Rebozado y fritura de croquetas
Para unas croquetas crujientes y deliciosas:
- Rebozado:
- Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
- Enharina las croquetas con una fina capa.
- Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
- Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
- Fritura:
- Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
- Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
- Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.
Consulta la guía sobre el rebozado y fritura perfectos o prueba una alternativa sin gluten
Ajusta las croquetas de salmón y eneldo a tu gusto
Si te apetece variar un poco la receta, aquí tienes algunas ideas para jugar con los sabores y ajustar la mezcla a tu gusto, sin complicarte demasiado.
- Puedes usar salmón ahumado en lugar del fresco. Le dará un perfil más intenso y marcado, con ese punto salado tan característico que cambia por completo el resultado, manteniendo la esencia.
- Para una textura más cremosa, añade una cucharada de queso crema o ricotta a la mezcla. Ayuda a suavizar y redondear el conjunto, dándole una consistencia más melosa sin restar protagonismo al pescado.
- Si quieres intensificar el toque cítrico, añade un poco de ralladura de limón o lima. Le dará frescura, aroma y realzará el sabor del eneldo, haciendo que la mezcla adquiera un punto más vivo.
- Prueba a usar pimienta rosa en vez de la blanca para darle un toque diferente. También puedes añadir una cucharadita de mostaza de Dijon. Son detalles sutiles, pero que aportan matices interesantes sin complicar la mezcla.
Ahora nuestra parte favorita
El eneldo es una especia que normalmente se usa para dar el toque final a una preparación. Pero en estas croquetas se gana su sitio y está a la altura del salmón como ingrediente principal. Juntos crean una mezcla original, fresca y con carácter. Puedes servir estas croquetas tan sabrosas con una salsa verde, que va genial con cualquier croqueta de pescado, como las de merluza y gambas, o un poco de alioli o salsa holandesa, aunque no necesitan mucho más para dejar huella.
¿Vas a probar a hacerlas en casa? Cuéntanos en los comentarios qué te han parecido y con qué las has acompañado.
📅 Última actualización: 12 de mayo de 2025.