Alternativas sin gluten para una bechamel igual de cremosa en tus croquetas
La bechamel es la base de muchas recetas irresistibles, sobre todo de unas buenas croquetas. Pero si no puedes tomar gluten, la receta clásica con harina de trigo queda fuera del menú. Por suerte, hay un montón de alternativas sin gluten que te permiten preparar una bechamel igual de cremosa, sin complicaciones y con todo el sabor.
Bechamel sin gluten: cremosa, fácil y para todo el mundo

La clave para una bechamel sin gluten está en elegir el sustituto adecuado para la harina de trigo. Existen muchas opciones que permiten conseguir una textura suave y homogénea sin alterar demasiado el sabor original. Algunas aportan un toque diferente, mientras que otras intentan replicar la versión tradicional lo más fielmente posible.
¿Qué puedo usar para espesar la bechamel?
Para hacer una bechamel sin gluten, puedes usar una harina como base, como en la receta tradicional, o partir de un líquido como caldo o leche vegetal y añadir un espesante que le dé la textura adecuada. Esta última opción, además, es perfecta si también quieres preparar una versión vegana.
Harinas sin gluten para usar como base
En lugar de la harina de trigo, puedes usar diferentes alternativas sin gluten como base para tu bechamel.
Harina de arroz
La harina de arroz espesa bien y mantiene el sabor original, por eso se usa mucho en recetas sin gluten. Su textura fina permite que se integre fácilmente con el resto de ingredientes, creando una mezcla suave y sin grumos. Sin embargo, aporta una textura ligeramente más ligera que la harina de trigo, por lo que es recomendable cocinarla un poco más para conseguir una consistencia más cremosa.
Harina de garbanzo
Esta harina aporta un toque a frutos secos y una textura algo más densa que otras alternativas sin gluten. Es una alternativa perfecta si buscas una bechamel con más cuerpo y un sabor ligeramente más complejo. Sin embargo, al tener un sabor más pronunciado, es importante cocinarla bien durante unos minutos para eliminar el regusto a crudo y conseguir una mezcla más equilibrada.
Harina de maíz
Tiene un sabor algo más marcado y da como resultado una bechamel con más cuerpo. Es buena opción si buscas un toque rústico o quieres variar el sabor clásico. Como ocurre con otras harinas, hay que cocinarla bien con la grasa para evitar el regusto a crudo.
Espesantes sin gluten para ajustar la textura
Si prefieres una bechamel más ligera o sin base de harina, puedes usar caldo, bebida vegetal o leche, y espesarla directamente con alguno de estos ingredientes.
Maicena
La maicena o harina de almidón de maíz es una de las alternativas más comunes para espesar cualquier salsa. Al ser tan fina, se mezcla bien con el resto de ingredientes y da como resultado una salsa lisa y uniforme. Para que no se formen grumos, disuélvela primero en un poco de leche fría y añade a la mezcla caliente sin dejar de remover a fuego medio.
Fécula de patata
La fécula de patata es un espesante natural que da a la bechamel una textura especialmente cremosa y suave. Es ideal si buscas una bechamel ligera pero bien ligada. Al igual que la maicena, debe disolverse en un poco de líquido frío antes de añadirla a la preparación caliente para evitar la formación de grumos. Además, la fécula de patata tiene un poder espesante mayor que otras harinas, por lo que necesitarás menos cantidad para conseguir la textura deseada.
Goma xantana o agar-agar
Estos espesantes son ideales si buscas una bechamel ligera y sin harinas. Tanto la goma xantana como el agar-agar se añaden en pequeñas cantidades y necesitan mezclarse bien en caliente. La goma xantana espesa sin alterar el sabor y da una textura ligera, mientras que el agar-agar aporta un resultado más firme gracias a su efecto gelificante. En ambos casos, remueve con energía para evitar grumos y conseguir una mezcla homogénea.
Cómo conseguir la mejor textura sin usar harina de trigo
Hacer una buena bechamel sin gluten es fácil, pero cada alternativa tiene su truco.
- Si usas fécula de patata o maicena, dilúyelas primero en un poco de leche fría antes de añadirlas a la mezcla caliente. En cambio, el agar-agar o la goma xantana necesitan disolverse directamente en líquido caliente para activarse. Así conseguirás una textura suave sin grumos, sea cual sea el espesante.
- Si prefieres harinas como la de arroz o garbanzo, lo ideal es cocinarlas primero con la grasa en caliente, como harías con la bechamel tradicional. Esto elimina el sabor a crudo y da más cuerpo a la bechamel.
- Remueve constantemente con unas varillas de silicona para que no se formen grumos y la textura quede bien fina.
- Cocina siempre a fuego medio o bajo. Así los ingredientes se integrarán bien y podrás controlar la textura sin que se espese de golpe.
- Ajusta la cantidad de espesante según cuál estés usando. Por ejemplo, la maicena y la fécula espesan más que la harina de arroz.
- Añade especias como nuez moscada, pimienta blanca o un poco de caldo para realzar el sabor sin añadir gluten.
Disfruta de una bechamel sin gluten sin renunciar al sabor
Preparar una bechamel sin gluten puede ser tan fácil como delicioso. Basta con elegir bien el espesante y aplicar un par de trucos y las croquetas quedarán igual de sabrosas… o incluso más. Combina esta alternativa con un rebozado también sin gluten, y podrás disfrutar de tus croquetas favoritas, como las de jamón York y queso o las de cachopo, sin tener preocuparte. Y lo mejor: también te sirve para lasañas, gratinados o cualquier plato que necesite ese toque cremoso que tanto nos gusta.
¿Tú con qué harina la preparas? Déjame tu truco en los comentarios, seguro que entre todos conseguimos que nadie tenga que renunciar a una buena croqueta por culpa del gluten.
📅 Última actualización: 12 de mayo de 2025.