Dos de croquetas… de jamón!
El jamón es uno de los grandes pilares de la gastronomía española, un producto que representa tradición y excelencia. Su elaboración sigue un proceso artesanal que combina tiempo, paciencia y condiciones específicas de curación, dando como resultado un ingrediente con un sabor profundo y un aroma inconfundible. Existen dos grandes variedades: el jamón serrano, curado en la sierra, con un sabor equilibrado y una textura firme, y el jamón ibérico, procedente de cerdos de raza ibérica, conocido por su jugosidad y matices complejos, especialmente cuando se trata del ibérico de bellota.
Más allá de sus diferencias, ambos tipos de jamón han sido durante siglos un pilar en la cocina española, ya sea disfrutados en lonchas, en bocadillos o como base para recetas tradicionales. Además de su inconfundible sabor, el jamón aporta un toque umami, realzando el gusto de cualquier plato y haciéndolo aún más irresistible.
La joya de nuestra gastronomía: el jamón

El jamón no solo aporta sabor a estas croquetas, sino que define su personalidad. Aunque el jamón serrano es la opción más habitual, el jamón ibérico intensifica el resultado con su textura jugosa y matices más profundos. Cada variedad ofrece una experiencia diferente, por lo que elegir entre una u otra dependerá del equilibrio de sabor que busques en la receta.
Ingredientes para 2 raciones de croquetas
Además de la bechamel, para esta receta vamos a necesitar:
- 100 g de jamón serrano.
- 1 cebolla pequeña.
- Una pizca de sal y pimienta negra.
Preparamos el relleno
El secreto de unas croquetas de jamón irresistibles está en la combinación de este ingrediente con una bechamel suave y bien trabajada. Aquí tienes los pasos esenciales para conseguirlo:
Sofríe la cebolla
En una sartén con un poco de aceite, sofríe 1 cebolla pequeña finamente picada hasta que esté tierna y transparente. A diferencia de otras preparaciones, no es recomendable añadir sal en este paso, ya que el jamón puede aportar suficiente y es mejor ajustarla al final.
Añade el jamón
Corta el jamón serrano en trozos pequeños e incorpóralo a la sartén, removiendo bien para que suelte todo su sabor.
Prepara la bechamel
Para un sabor más profundo, puedes utilizar un hueso de jamón para aromatizar la leche con la que prepararás la bechamel. Hiérvelo a fuego lento durante unos 10-15 minutos y deja que infusione antes de usarla en la receta.
Bechamel fácil y cremosa
Consigue una bechamel cremosa y sin grumos siguiendo estos pasos:
- Ingredientes básicos:
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina tamizada
- 400 ml de leche caliente
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- Preparación:
- Derrite la mantequilla a fuego medio.
- Añade la harina tamizada y remueve constantemente durante 2 minutos, hasta que tome un tono dorado.
- Incorpora la leche caliente poco a poco, batiendo para evitar grumos.
- Cocina a fuego lento hasta que espese y tenga una textura cremosa pero firme.
- Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
Consulta nuestra receta para la bechamel tradicional o prueba una alternativa sin gluten
Incorpora la mezcla
Agrega la bechamel a la sartén con el jamón y la cebolla, removiendo constantemente hasta obtener una masa homogénea. Prueba la mezcla para verificar si es necesario añadir más sal. Ajusta si es necesario y añade pimienta negra, preferiblemente recién molida.
Enfriado
Pasa la mezcla a un recipiente, cúbrela con papel film en contacto con la superficie y refrigérala al menos 4 horas, aunque lo ideal es dejarla toda la noche para que tome mejor consistencia.
Rebozado y fritura
Para lograr unas croquetas doradas y crujientes, sigue una técnica adecuada de empanado y fritura.
Rebozado y fritura de croquetas
Para unas croquetas crujientes y deliciosas:
- Rebozado:
- Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
- Enharina las croquetas con una fina capa.
- Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
- Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
- Fritura:
- Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
- Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
- Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.
Consulta la guía sobre el rebozado y fritura perfectos o prueba una alternativa sin gluten
El toque final
Más allá de la base, hay pequeños trucos que pueden marcar la diferencia en el resultado final. Estas ideas te ayudarán a ajustar el sabor y la textura según lo que busques.
- Incorporar el jamón cuando la bechamel sigue caliente, pero ya fuera del fuego, permite que su sabor se mezcle bien sin alterar su textura.
- El tipo de jamón influye en la textura final. Con jamón serrano, una bechamel más cremosa equilibra su punto de sal, mientras que con jamón ibérico, una más espesa resalta su intensidad.
- Un toque de ajo realza el sabor del jamón sin restarle protagonismo. Puedes sofreír un diente muy picado junto a la cebolla y le aportarás un matiz aromático sutil que complementa el conjunto.
- Mezcla el pan rallado con polvo de jamón seco para dar un punto más intenso. Basta con deshidratar unas lonchas de jamón en el horno o en el microondas y triturarlas.
¿Te animas a probarlas?
Ahora que hemos terminado de preparar estas deliciosas croquetas de jamón, es momento de disfrutarlas. ¿Por qué no acompañarlas con una buena salsa? Anímate a experimentar en la cocina: pruébalas con alioli, mayonesa de limón o una salsa de queso suave para realzar su sabor. Comparte la receta con tus amigos y cuéntanos en los comentarios cómo os quedaron.
📅 Última actualización: 07 de mayo de 2025.