Dos de croquetas… de pollo!
El pollo es una de las carnes más consumidas en el mundo y una base fundamental en muchas cocinas. Su popularidad se debe a su versatilidad, su equilibrio entre proteínas y grasas, y su capacidad para absorber sabores y especias de manera excepcional. Desde tiempos antiguos, ha sido un ingrediente clave en la gastronomía de distintas culturas, adaptándose a innumerables preparaciones, desde guisos hasta asados y frituras.
Las croquetas de pollo son una de las formas más deliciosas de aprovechar esta carne. Con una cobertura dorada y crujiente que da paso a un interior cremoso, estas croquetas convierten restos de pollo asado o cocido en un bocado irresistible. Su textura suave y su sabor reconfortante las convierten en una opción perfecta para cualquier ocasión. Puedes servirlas como entrante, incluirlas en un menú más completo o simplemente disfrutarlas por sí solas.
Un clásico que nunca falla: el pollo

Además de ser versátil, el pollo se adapta a distintas preparaciones y combinaciones de sabores. Su gusto neutro permite realzar ingredientes más intensos, y su textura es perfecta para recetas como las croquetas. En esta versión, puedes utilizar pollo asado, cocido o incluso restos de un guiso, logrando así un plato lleno de sabor y con un toque casero irresistible.
Ingredientes para 2 raciones
Para esta preparación, además de la bechamel, necesitaremos:
- 150 g de pollo cocido o asado.
- 1/2 cebolla.
- Sal y pimienta negra al gusto
Cómo preparar el relleno
La clave para unas croquetas de pollo perfectas está en lograr un equilibrio entre la cremosidad del relleno y el sabor del pollo. Siguiendo estos pasos, conseguirás una textura suave y un sabor que conquista desde el primer bocado.
Preparamos el sofrito
Calienta un poco de aceite en una sartén, corta la media cebolla en trozos muy finos y sofríela con una pizca de sal hasta que se vuelva transparente.
Añadimos el pollo
Añade el pollo desmenuzado y mézclalo bien para que absorba bien el sabor del sofrito.
Prepara la bechamel
Para un sabor más profundo, puedes infusionar la leche con huesos de pollo antes de preparar la bechamel.
Bechamel fácil y cremosa
Consigue una bechamel cremosa y sin grumos siguiendo estos pasos:
- Ingredientes básicos:
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina tamizada
- 400 ml de leche caliente
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- Preparación:
- Derrite la mantequilla a fuego medio.
- Añade la harina tamizada y remueve constantemente durante 2 minutos, hasta que tome un tono dorado.
- Incorpora la leche caliente poco a poco, batiendo para evitar grumos.
- Cocina a fuego lento hasta que espese y tenga una textura cremosa pero firme.
- Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
Consulta nuestra receta para la bechamel tradicional o prueba una alternativa sin gluten
Incorpora la mezcla
Incorpora la bechamel a la sartén junto con el pollo y la cebolla, añade una pizca de pimienta negra, si es posible, recién molida y mezcla bien hasta que la masa quede uniforme y bien integrada.
Enfriado
Extiende la mezcla en un recipiente, cubre la superficie con papel film y refrigérala al menos 4 horas. Para lograr unas croquetas de pollo con una textura perfecta y un interior cremoso, lo ideal es dejarla reposar toda la noche.
Rebozado y fritura
El secreto para unas croquetas de pollo con un rebozado crujiente y un dorado perfecto está en aplicar la técnica adecuada al empanarlas y freírlas.
Rebozado y fritura de croquetas
Para unas croquetas crujientes y deliciosas:
- Rebozado:
- Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
- Enharina las croquetas con una fina capa.
- Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
- Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
- Fritura:
- Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
- Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
- Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.
Consulta la guía sobre el rebozado y fritura perfectos o prueba una alternativa sin gluten
Detalles que marcan la diferencia
- Aprovechamiento: Si te ha sobrado pollo asado o cocido de la cena, esta receta es una forma perfecta de darle una segunda vida y convertirlo en un bocado irresistible. Además, puedes preparar una tanda grande y congelarlas antes de freírlas para tener siempre croquetas listas en cualquier momento.
- Juega con el sabor: Un toque de ralladura de limón potencia el sabor del pollo y le da un toque fresco. También puedes probar con hierbas aromáticas como el tomillo o especias como el comino hasta encontrar tu combinación favorita.
- Acompañamiento: Estas croquetas combinan genial con una salsa de limón o de de miel y mostaza más suave o incluso una vinagreta ligera de cítricos. Pruébalas con diferentes opciones y encuentra tu favorita.
Disfrútalas a tu manera
Las croquetas de pollo son un clásico que nunca falla: suaves, sabrosas y con ese punto reconfortante que siempre apetece. Hay quien les tiene un cariño muy especial… como Ángel, el niño granadino para quien una croqueta de pollo se convirtió en algo mucho más que una receta.
Cuéntanos en los comentarios cuál es tu truco para que queden aún más irresistibles. ¿Las prefieres en su versión clásica o con un toque especial?
📅 Última actualización: 09 de mayo de 2025.