La croqueta solidaria de Granada que ayuda al pequeño Ángel

A veces, una croqueta no es solo una tapa. En este caso, fue lo que me llevó hasta una historia mucho mayor: la de Ángel, un niño de Granada con necesidades especiales y una familia volcada en mejorar su día a día. Lo que empezó como una simple curiosidad gastronómica me llevó a descubrir todo un movimiento de apoyo en torno a una causa muy concreta.

Desde sorteos y festivales hasta huchas solidarias y mensajes de apoyo, muchas personas se han implicado para ayudarle a conseguir algo tan necesario como un perro de asistencia. Todo suma, y detrás de cada gesto hay un compromiso real para mejorar su calidad de vida.

Un caso que merece ser contado

Detrás de esta red de iniciativas hay una historia concreta, con nombre propio y una necesidad urgente. Vale la pena detenerse un momento y conocerla bien.

El pequeño Ángel es un niño de 9 años que vive en Granada. Tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA), Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), es no verbal y, hasta hace poco, ni siquiera comía alimentos sólidos. Además, padece crisis epilépticas nocturnas, lo que complica todavía más su descanso y el de su familia.

Su familia ha explicado públicamente el desgaste que supone sostener las terapias, los tratamientos y los gastos diarios con un solo sueldo. Denuncia la falta de apoyo institucional, y por eso decidieron buscar alternativas por su cuenta. Mejorar la calidad de vida de Ángel no es un capricho: es una necesidad que no puede esperar.

Entre las soluciones que pueden marcar una diferencia real en su día a día está el acompañamiento de un perro de asistencia, adaptado a sus necesidades. La familia se ha volcado en esa posibilidad, buscando recursos para hacerlo realidad.

Ángel, protagonista de la croqueta solidaria en Granada, en su entorno personal.

No está siendo fácil, pero cada pequeño paso cuenta para acercarse a algo que puede cambiar muchas cosas.

El trabajo de Dogpoint

La asociación Dogpoint es la encargada de formar a estos perros de asistencia, un proceso largo, riguroso y personalizado. Estos animales están entrenados para acompañar, intervenir y proteger en situaciones de riesgo o ansiedad. Sus funciones incluyen:

  • Prevenir fugas o escapadas. El perro actúa como ancla física y emocional. Ayuda a evitar situaciones de riesgo cuando el menor se desorienta o se altera.
  • Intervenir en crisis. Está entrenado para detectar signos de ansiedad o crisis sensoriales y ofrecer contención o distracción para calmar al menor.
  • Localización en caso de pérdida. En situaciones de riesgo, puede ayudar a encontrar al menor mediante el rastreo y la respuesta a comandos específicos.
  • Mejora del descanso. Su presencia contribuye a reducir la ansiedad nocturna y a identificar episodios críticos como convulsiones o despertares bruscos.
  • Fomento de la autonomía. Facilita su día a día, ayudando al menor a moverse por su entorno con más confianza y mejorando su integración social.
Cartel oficial de Dogpoint sobre la croqueta solidaria y el perro de asistencia de Ángel.

Todo este proceso tiene un coste total de 24.000 euros. Para lograrlo, la familia de Ángel ha impulsado diferentes vías de financiación, desde eventos hasta campañas de microdonaciones. Actualmente sigue activa la campaña de recaudación a través de Dogpoint.

Iniciativas que han marcado la diferencia

La historia de Ángel ha movilizado a muchas personas en Granada y más allá. Durante los últimos meses, se han celebrado festivales solidarios, como el de rock y rumba en Las Gabias, y se han realizado sorteos benéficos como el de un maillot firmado por el ciclista Tadej Pogačar, ofrecido por el director deportivo Joxean Matxín.

También han colaborado conocidos rostros públicos que han querido dar visibilidad al caso con mensajes de apoyo, entre ellos Rozalén, El Sevilla, Octavi Pujades o Santi Rodríguez. Cada gesto ha contribuido a ampliar el alcance de esta causa, reforzando la visibilidad y la participación ciudadana.

La Croqueta de Ángel

Entre todas las acciones que se han puesto en marcha, hay una que nos toca especialmente por lo que representa y por el lugar desde el que nace.

En el bar Braserito, en Granada, sigue en marcha una iniciativa solidaria centrada en una croqueta de pollo, la comida favorita de Ángel. No se trata de una receta cualquiera: esta tapa se creó con su nombre y con un fin claro. Se ofrece a 2 euros, y todo lo recaudado de la venta de estas croquetas se destina íntegramente a la campaña para financiar el perro de asistencia que necesita.

El local también ha colocado huchas con códigos QR para facilitar las aportaciones. La iniciativa incluso ha aparecido en medios como el diario Ideal, que le dedicó un reportaje en el que se profundiza en los detalles de la campaña.

Además, durante los días 2, 3 y 4 de mayo de 2025, el restaurante Fiamma Burger organizó otra campaña solidaria en su local de Granada. Durante ese fin de semana, ofrecieron croquetas especiales tanto en sala como en take-away y delivery, y colocaron también una hucha física. Aunque esta acción ya ha finalizado, fue una muestra más del respaldo que ha despertado el caso de Ángel.

Ángel junto a un plato con la croqueta solidaria que lleva su nombre.
Imagen extraída del reportaje de Ideal sobre la Croqueta de Ángel.

Pequeños gestos desde distintos rincones que, sumados, están ayudando a que este objetivo cada vez esté más cerca.

Granada, donde lo cotidiano se transforma

Granada no solo tiene historia: tiene una forma de vivir que se nota en los detalles. La Alhambra asomando entre tejados, los miradores del Albaicín, el Paseo de los Tristes al atardecer… pero también algo mucho más sencillo y cotidiano: la costumbre de sentarse a tapear. Aquí compartir mesa no es una excusa, es una forma de estar. Y eso se siente en cada caña, en cada plato que llega sin pedirlo, en cada conversación sin prisa.

La Alhambra de Granada al atardecer, ciudad donde nació esta croqueta solidaria.

No es casual que una campaña como esta haya encontrado apoyo precisamente aquí. Granada tiene esa capacidad de implicarse desde lo cercano, desde lo que se tiene a mano. Y en este caso, una de las cosas que se tenía a mano eran croquetas. Desde un bar de barrio hasta un mensaje en redes, todo suma. Es una forma de responder muy propia de esta ciudad: sin aspavientos, pero con fondo.

Personalmente, he tenido la suerte de visitar esta maravillosa ciudad en varias ocasiones, y siempre me pasa lo mismo: hay algo en su forma de vivir que engancha, y te deja con ganas de volver. Esta historia, nacida de lo cotidiano, encaja perfectamente con ese espíritu.

El centro de todo esto tiene nombre: Ángel

Lo importante aquí no es la croqueta, ni los carteles, ni las redes. Es Ángel, su día a día, su camino y su familia. Es la posibilidad de que un perro de asistencia le ayude a ganar autonomía y tranquilidad. Esa necesidad sigue presente, y aún hay formas de colaborar.

Si conoces casos similares, quieres compartir otras formas de ayudar o simplemente dejar tu opinión, este es el lugar. Porque lo que hay detrás de esta historia no es un gesto puntual, es una necesidad real. Y aún estamos a tiempo de sumar.

📅 Última actualización: 09 de mayo de 2025.


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