Dos de croquetas… de pimientos asados y caballa!

Hay sabores que no necesitan presentación, solo pan al lado y tiempo para saborearlos. La mezcla de pimientos asados y caballa es una de esas joyas del recetario mediterráneo que no falla nunca, por sencilla que sea. Basta con juntar ambos en una ensalada templada para que todo encaje: la suavidad ahumada de los pimientos, el punto salino y jugoso de la caballa, ese equilibrio entre dulzura y carácter que te hace querer repetir. Es un plato humilde, sí, pero con alma. De esas combinaciones que nunca pasan de moda porque siempre saben a hogar.

Sencillez bien entendida: pimientos asados y caballa

Rebanadas de pan con pimientos asados y caballa, una combinación tradicional que inspira unas croquetas caseras llenas de sabor.

Hacer croquetas con esta combinación es simplemente llevarla un paso más allá. El pimiento asado se integra en la masa aportando suavidad y un toque dulce muy agradable, mientras que la caballa aparece en trocitos jugosos que llenan cada croqueta de sabor. En esta ocasión vamos a asar los pimientos en casa, pero si lo prefieres o si no tienes mucho tiempo, puedes usar pimientos ya asados.

Ingredientes para 2 raciones

Además de la bechamel, para preparar estas croquetas vamos a necesitar:

  • 2 pimientos rojos.
  • 1 lata de caballa en aceite de oliva.
  • 1/2 cebolla.
  • 1 diente de ajo.
  • Sal y pimienta negra al gusto.

Preparamos la mezcla para nuestras croquetas

Asar los pimientos con antelación o aprovechar unos ya preparados te permitirá centrarte en la mezcla sin perder sabor. La caballa, mejor añadirla al final para que no se deshaga en exceso.

Asamos los pimientos

Lava bien los pimientos, úntalos con un poco de aceite de oliva y colócalos en una bandeja de horno. Ásalos a 200 °C durante unos 35-40 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción. Cuando estén tiernos y la piel empiece a quemarse, sácalos y déjalos reposar tapados o en un recipiente cerrado, así se pelarán mejor.

Sofreímos la base

Pica finamente la cebolla y el ajo y sofríelos en una sartén con un chorrito del aceite de la conserva de caballa. Cuando estén bien pochados, añade los pimientos asados, pelados y cortados en tiras finas o pequeños dados. Cocina unos minutos más para que se integren bien los sabores.

Preparamos la bechamel

Una bechamel cremosa y sin grumos es clave. Puedes usar parte del aceite de la caballa para aromatizar la grasa inicial de la bechamel y darle un extra de sabor.

Integramos la mezcla

Añade la bechamel a la mezcla anterior y remueve hasta conseguir una masa homogénea. Deja que se cocine unos minutos más para que espese bien y se unan los sabores.

Incorporamos la caballa

Desmenuza la caballa escurrida con cuidado y añádela a la sartén fuera del fuego. Remueve suavemente para que se reparta sin romperse del todo. Ajusta la sal y añade una pizca de pimienta negra, si es posible, recién molida.

Dejamos reposar

Pasa la masa a un recipiente, cúbrela con film transparente en contacto con la superficie y guárdala en la nevera al menos 4 horas. Mejor si es de un día para otro.

Rebozamos y freímos

Un buen rebozado es lo único que les falta para estar listas. Si quieres que el sabor a pimiento se intensifique aún más, puedes añadir una pizca de pimentón dulce al pan rallado.

Rebozado y fritura de croquetas

Para unas croquetas crujientes y deliciosas:

  • Rebozado:
    1. Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
    2. Enharina las croquetas con una fina capa.
    3. Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
    4. Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
  • Fritura:
    • Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
    • Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
    • Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.

Ideas para ajustar tus croquetas de pimientos y caballa

Aunque estas croquetas ya tienen mucho sabor por sí solas, puedes jugar con pequeños toques para adaptarlas a tu estilo o darles un giro distinto.

  • Un poco de ralladura de limón justo antes de servir aporta frescura y equilibra muy bien el sabor intenso de la caballa.
  • Una cucharada de queso crema en la bechamel le da una textura más melosa y suaviza el conjunto sin restar personalidad.
  • Una pizca de cayena o guindilla en el sofrito puede darle un toque picante interesante, si te gusta ese punto más atrevido.
  • También puedes usar atún o melva en lugar de caballa, si es lo que tienes a mano o si buscas un sabor algo más suave.
  • Un chorrito mínimo de vinagre de Jerez o unas gotas de crema de módena al final puede aportar un contraste ácido que funciona muy bien con el dulzor del pimiento.
  • Si te gusta el sabor del ajo, puedes asar un diente junto a los pimientos y añadirlo después al sofrito para un toque más intenso y con más profundidad.

El resultado: sabor clásico con un giro

El resultado son unas croquetas con personalidad propia, donde cada croqueta equilibra suavidad, profundidad y ese punto salino que las hace irresistibles. La textura queda cremosa y bien ligada, con trocitos de pescado que aportan variedad sin imponerse. Si quieres redondearlas aún más, acompáñalas con un alioli suave o un poco de salsa de miel y mostaza, que sumen sin quitarles protagonismo.

¿Te animas a probarlas? Cuéntanos en los comentarios cómo te quedaron y con qué las acompañaste. ¡Queremos leer tus versiones!

📅 Última actualización: 03 de mayo de 2025.


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2 comentarios en “Dos de croquetas… de pimientos asados y caballa!”

    1. Muchas gracias por el comentario! La verdad es que sí, a veces las combinaciones más simples son las que más sorprenden. Me alegra que te haya gustado la idea. Dirás un par… de raciones, no? Un abrazo y feliz semana también!

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