Dos de croquetas… de cordero al romero!
El cordero es una carne con carácter, intensa, jugosa y llena de matices, especialmente cuando se cocina con paciencia y con las hierbas adecuadas. Entre todas, hay una que le va como anillo al dedo: el romero. Esta planta mediterránea de aroma penetrante realza el sabor profundo del cordero y lo equilibra, creando una mezcla que recuerda a guisos caseros y asados de domingo. Una combinación que huele a hogar y a celebración.
Una mezcla potente y aromática: el cordero al romero

En forma de croqueta, esta mezcla se transforma en algo inesperado. El cordero, cocinado con mimo, se deshace en una bechamel espesa, mientras el romero deja su aroma persistente y envolvente. El resultado es una croqueta sabrosa, melosa y con mucho carácter. Ideal para quienes buscan salirse de lo típico sin dejar de lado lo tradicional.
Ingredientes para 2 raciones
Además de la bechamel, para preparar estas croquetas vamos a necesitar:
- 200 g de carne de cordero (paletilla o pierna deshuesada).
- 1 ramita de romero fresco.
- 1/2 cebolla.
- 1 diente de ajo.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 1/2 vaso de agua o caldo suave.
- Sal y pimienta negra al gusto.
Preparamos la mezcla para nuestras croquetas
Vamos a guisar el cordero a fuego lento, con cebolla y romero, hasta que esté tierno y fácil de desmigar. Luego lo integraremos con la bechamel.
Sofreímos y doramos la carne
En una cazuela pequeña, calienta el aceite y sofríe el ajo y la cebolla picados hasta que estén tiernos. Añade la carne de cordero cortada en trozos pequeños, salpimenta al gusto y dóralo todo ligeramente, removiendo bien para que coja sabor por todos lados.
Guisamos con romero
Incorpora el romero fresco, mezcla bien y añade el agua o caldo. Cocina tapado a fuego medio-bajo durante unos 40 minutos, hasta que la carne esté muy tierna y apenas quede líquido. Después, deshebra o pica finamente la carne para integrarla con la bechamel.
Preparamos la bechamel
Una bechamel un poco más espesa de lo habitual ayuda a mantener el conjunto unido. Puedes infusionar la leche con un poco de romero antes de preparar la salsa para acentuar el sabor.
Bechamel fácil y cremosa
Consigue una bechamel cremosa y sin grumos siguiendo estos pasos:
- Ingredientes básicos:
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina tamizada
- 400 ml de leche caliente
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- Preparación:
- Derrite la mantequilla a fuego medio.
- Añade la harina tamizada y remueve constantemente durante 2 minutos, hasta que tome un tono dorado.
- Incorpora la leche caliente poco a poco, batiendo para evitar grumos.
- Cocina a fuego lento hasta que espese y tenga una textura cremosa pero firme.
- Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
Consulta nuestra receta para la bechamel tradicional o prueba una alternativa sin gluten
Mezclamos y cocinamos
Incorpora la carne de cordero guisada a la bechamel y remueve bien durante unos minutos, para que se integren los sabores y la mezcla gane consistencia.
Dejamos reposar
Pasa la masa a un recipiente, cúbrela con film en contacto con la superficie y deja enfriar en la nevera al menos 4 horas, mejor si es toda la noche.
Rebozamos y freímos
Forma las croquetas, pásalas por huevo batido y pan rallado, y fríelas en aceite caliente hasta que estén doradas. El interior cremoso y el aroma del romero harán el resto.
Rebozado y fritura de croquetas
Para unas croquetas crujientes y deliciosas:
- Rebozado:
- Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
- Enharina las croquetas con una fina capa.
- Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
- Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
- Fritura:
- Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
- Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
- Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.
Consulta la guía sobre el rebozado y fritura perfectos o prueba una alternativa sin gluten
Ajusta las croquetas de cordero a tu gusto
Esta receta aguanta muy bien variantes intensas, y también pequeños matices para suavizarla si lo prefieres.
- ¿Buscas un toque más profundo? Sustituye el agua del guiso por vino tinto y deja que reduzca bien antes de añadir la bechamel.
- Para un interior más suave, incorpora una cucharada de queso de cabra cremoso a la mezcla antes de enfriar.
- Si prefieres un sabor menos marcado, puedes usar cordero lechal y un poco menos de romero. El resultado será más delicado.
- ¿Tienes sobras de pierna o paletilla asada? Puedes usarlas directamente, desmigadas y salteadas con romero fresco.
Un sabor que deja huella
Estas croquetas condensan lo mejor de un buen guiso de cordero en un formato pequeño, cremoso y lleno de sabor. El romero aporta frescura sin restar intensidad, y el resultado tiene ese punto reconfortante que solo dan los platos cocinados a fuego lento. Van genial con una salsa de pimientos del piquillo o incluso una de pistacho que contraste con la intensidad de la carne.
¿Te animas a prepararlas desde cero? Cuéntanos en los comentarios si prefieres guisar el cordero, aprovechar sobras o hacer tu propia versión.
📅 Última actualización: 16 de mayo de 2025.
Pues sí, es una mezcla bastante potente, pero muy apetecible seguro que las croquetas están de vicio.
Y oye, dedicarle un blog a las croquetas me parece una ideaza.
Gracias por tu visita y por tu comentario. Un abrazo
¡Muchas gracias! La verdad es que a veces las mezclas más potentes son las que dan más juego.
Me alegra un montón que te guste la idea del blog… aún queda mucho por freír. ¡Un abrazo!