Dos de croquetas… de calabaza asada y queso de cabra!
La calabaza es uno de esos ingredientes que nos transportan al otoño: dulce, carnosa y con un color vibrante que alegra cualquier plato. Al asarla, concentra aún más sus matices, aportando una textura suave y un sabor delicado que combina a la perfección con ingredientes con carácter. Entre ellos, el queso de cabra destaca por su personalidad: ácido, cremoso, y con ese punto salino que contrasta y realza la dulzura de la calabaza. Una pareja inesperada, pero llena de armonía.
Un equilibrio perfecto: la calabaza asada y el queso de cabra

En croqueta, esta combinación gana aún más profundidad. La calabaza asada se convierte en una crema dulce que aporta cuerpo y color, mientras que el queso de cabra aparece en pequeños estallidos de sabor, fundiéndose sin perder su identidad. El resultado es una masa suave, muy sabrosa y con un carácter propio, ideal para quienes buscan croquetas con algo diferente pero sin complicaciones.
Ingredientes para 2 raciones
Además de la bechamel, para preparar estas croquetas vamos a necesitar:
- 250 g de calabaza asada.
- 80 g de queso de cabra (tipo rulo).
- 1 cebolla pequeña.
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta negra al gusto.
Preparamos la mezcla para nuestras croquetas
La calabaza debe estar bien asada para que su sabor sea más profundo y su textura más cremosa. Si la asas en casa, mejor aún.
Cocinamos la cebolla y la calabaza
Pela y pica la cebolla muy fina, y sofríela en una sartén con el aceite de oliva a fuego medio-bajo hasta que esté bien pochada. Añade la calabaza asada y aplástala con una espátula o un tenedor, integrándola poco a poco. Cocina unos minutos hasta que la mezcla se vuelva uniforme. Salpimenta al gusto.
Preparamos la bechamel
Elige una bechamel suave, cremosa y sin grumos, con una densidad media para que la masa mantenga la forma sin perder untuosidad.
Bechamel fácil y cremosa
Consigue una bechamel cremosa y sin grumos siguiendo estos pasos:
- Ingredientes básicos:
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina tamizada
- 400 ml de leche caliente
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- Preparación:
- Derrite la mantequilla a fuego medio.
- Añade la harina tamizada y remueve constantemente durante 2 minutos, hasta que tome un tono dorado.
- Incorpora la leche caliente poco a poco, batiendo para evitar grumos.
- Cocina a fuego lento hasta que espese y tenga una textura cremosa pero firme.
- Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
Consulta nuestra receta para la bechamel tradicional o prueba una alternativa sin gluten
Incorporamos el queso de cabra
Retira la mezcla del fuego e incorpora el queso de cabra en trozos pequeños. Remueve hasta que se funda parcialmente, dejando algunos trocitos sin deshacer por completo, para un contraste de texturas más interesante.
Dejamos reposar y enfriar
Pasa la mezcla a un recipiente y cúbrela con film transparente en contacto directo. Deja reposar en la nevera al menos 4 horas, aunque si puedes, mejor toda la noche.
Rebozamos y freímos
El rebozado es lo que convertirá una buena masa en una croqueta memorable. No escatimes en pan rallado ni en mimo durante la fritura.
Rebozado y fritura de croquetas
Para unas croquetas crujientes y deliciosas:
- Rebozado:
- Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
- Enharina las croquetas con una fina capa.
- Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
- Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
- Fritura:
- Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
- Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
- Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.
Consulta la guía sobre el rebozado y fritura perfectos o prueba una alternativa sin gluten
Ajusta las croquetas de calabaza y queso de cabra a tu gusto
Esta receta admite pequeños cambios que pueden hacerla aún más tuya sin complicarte demasiado.
- Para un toque más especiado, puedes añadir una pizca de curry suave o comino molido a la bechamel. Realza los sabores dulces sin ocultarlos.
- ¿Te gusta el contraste? Prueba a incorporar unas nueces picadas o semillas de calabaza tostadas justo al final. Aportan textura y un toque crujiente inesperado.
- Si prefieres un resultado más suave, sustituye parte del queso de cabra por queso crema. La mezcla será más suave, pero igual de sabrosa.
No es una croqueta más
Estas croquetas no buscan impresionar con ingredientes caros ni combinaciones rebuscadas. Su encanto está en el equilibrio: dulzura, acidez y cremosidad en cada bocado. Solo la dulzura de una buena calabaza y el carácter del queso de cabra para brillar por sí solas. Puedes servirlas con una salsa de miel y mostaza o un poco de tzatziki, si buscas algo más atrevido.
¿Te animas a prepararlas? Cuéntanos en los comentarios cómo las hiciste y con qué las acompañaste. ¡Nos encanta leer tus versiones!
📅 Última actualización: 31 de mayo de 2025.