Salsa romesco para tus croquetas: un acompañamiento diferente
La salsa romesco es uno de los grandes tesoros de la gastronomía catalana. Tradicionalmente se sirve con calçots, esas cebollas tiernas que se asan sobre las brasas en las famosas calçotadas, un ritual gastronómico muy arraigado en Cataluña. Su sabor intenso y ligeramente ahumado la ha convertido en un acompañamiento versátil que va mucho más allá de los calçots. Su textura cremosa y su combinación perfecta de dulzura, acidez y ese toque tostado hacen que también sea una compañera ideal para croquetas.
Un clásico de la cocina catalana

Aunque la salsa romesco es perfecta para carnes, pescados y verduras, acompañar unas croquetas con este toque ahumado y ligeramente dulce potencia su sabor de una manera sorprendente. La combinación de la cremosidad de las croquetas con la intensidad de la salsa consigue un contraste delicioso y equilibrado.
Ingredientes para la salsa romesco
Para hacer una salsa romesco auténtica, necesitas ingredientes sencillos pero con mucho sabor. Asegúrate de tener todos a mano antes de empezar.
- 2 tomates maduros.
- 1 diente de ajo.
- 1 ñora seca.
- 30 g de almendras.
- 30 g de avellanas.
- 1 rebanada de pan.
- 1 cucharada de vinagre de Jerez.
- 50 ml de aceite de oliva virgen extra.
- 1 cucharadita de pimentón dulce.
- Sal y pimienta negra al gusto.
Cómo preparar la salsa romesco paso a paso
Preparar esta deliciosa salsa es fácil y rápido si sigues estos sencillos pasos. ¡Vamos a por ello!
Asamos los tomates y el ajo
Coloca los tomates y el ajo enteros en una bandeja de horno y ásalos a 200°C durante unos 20 minutos, hasta que estén tiernos y ligeramente caramelizados. Cuando se hayan enfriado un poco, retírales la piel con cuidado.
Hidratamos la ñora
Mientras los tomates están en el horno, pon la ñora en remojo en agua caliente durante unos 15 minutos. Cuando esté blanda, raspa la pulpa con una cuchara y descarta la piel.
Tostamos los frutos secos y el pan
Para potenciar el sabor de la salsa, tuesta las almendras, las avellanas y el pan en una sartén a fuego medio. Remueve constantemente para que no se quemen y retíralos cuando estén dorados y desprendan un aroma tostado. Este paso realza el sabor de los frutos secos y le da a la salsa ese toque profundo y ligeramente ahumado que la hace tan especial.
Trituramos todos los ingredientes
En un procesador de alimentos o batidora, añade los tomates y el ajo asados, la pulpa de la ñora, las almendras, las avellanas y el pan tostados. Incorpora una pizca de pimentón y tritura hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa.
Ajustamos la textura y el sabor
Añade el vinagre de Jerez y el aceite de oliva poco a poco mientras sigues triturando. Ajusta el punto de sal y añade pimienta negra recién molida para potenciar el sabor. Si la salsa queda demasiado espesa, alígérala con un chorrito de agua o un poco más de aceite.
Consejos para potenciar la salsa romesco
Estos trucos te ayudarán a perfeccionar tu salsa romesco y a adaptarla a tu gusto. ¡No dudes en probar diferentes combinaciones!
- Para un toque más ahumado, usa pimentón de la Vera, que le dará ese sabor intenso y característico que combina perfectamente con el dulzor del tomate y el toque de frutos secos.
- Si quieres una textura más suave y sedosa, pasa la salsa por un colador fino para eliminar cualquier trocito de almendra o avellana. Así conseguirás una salsa más ligera y homogénea, perfecta para mojar croquetas.
- Puedes usar almendras y avellanas ya tostadas para ahorrar tiempo. Los anacardos también son una buena alternativa si buscas un toque más suave y cremoso. Aportan una textura más sedosa y un ligero toque dulce que combina de maravilla con el ajo y el tomate.
- Si te gusta el toque picante, añade una pizca de guindilla o incluso un poco de pimentón picante. Le dará ese punto de calor que resalta el sabor de los ingredientes sin enmascararlos.
Disfruta de tus croquetas con salsa romesco
La salsa romesco combina de maravilla con croquetas de pescado o marisco, como las de gambas al ajillo, las de chipirones o las de bacalao, pero también queda genial con croquetas de pollo o de morcilla. Su equilibrio entre dulzura, acidez y ese toque ahumado la convierte en el acompañamiento perfecto para cualquier tipo de croqueta. ¡Incluso con croquetas de queso queda espectacular!
Si te animas a prepararla, ¡cuéntanos qué tal te ha quedado! Déjanos un comentario para contarnos con qué croquetas la has acompañado o si has hecho alguna variación interesante. ¡Bon profit i a gaudir!
📅 Última actualización: 22 de abril de 2025.