Dos de croquetas… de provolone y tomate seco!
Originario del sur de Italia, el provolone es un queso elaborado con leche de vaca y estirado en caliente, como la mozzarella. Al curarse, desarrolla una textura firme y un sabor marcado, con notas ligeramente picantes o ahumadas, según el tipo. Se funde bien, pero conserva su presencia, lo que lo hace ideal para combinar con ingredientes intensos sin perder protagonismo. El tomate seco, por su parte, es una forma de conservación tradicional que concentra todo el sabor del tomate maduro: dulce, ácido, salado y con una textura carnosa que cambia por completo cuando se rehidrata o se macera en aceite. Juntos, abren muchas posibilidades en la cocina gracias a su intensidad y equilibrio.
Cremosidad y sabor intenso: el provolone y el tomate seco

Cuando esta combinación se convierte en croqueta, gana en textura y profundidad. El queso se funde con la bechamel creando una masa sedosa, y los trocitos de tomate seco contrastan con su sabor intenso y su punto salado. Son croquetas con carácter, pero equilibradas y fáciles de disfrutar.
Ingredientes para 2 raciones
Además de la bechamel, para preparar estas croquetas vamos a necesitar:
- 100 g de provolone.
- 50 g de tomate seco.
- 2 dientes de ajo.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta negra al gusto.
- Albahaca fresca picada.
Preparamos la mezcla para nuestras croquetas
Para que estas croquetas queden sabrosas y bien equilibradas, es importante tratar bien cada ingrediente desde el principio: escurrir o hidratar el tomate seco, dorar el ajo sin quemarlo y fundir el provolone en la bechamel para conseguir una textura suave y uniforme.
Preparamos los ingredientes
Si el tomate seco está conservado en aceite, escúrrelo bien. Si es completamente seco, hidrátalo en agua templada durante unos 20 minutos, sécalo con papel de cocina y pícalo en trocitos pequeños. Pela los dientes de ajo y córtalos finamente. Ralla el provolone o córtalo en cubos pequeños para que se funda fácilmente más adelante.
Hacemos el sofrito
Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio y añade el ajo picado. Remueve un par de minutos hasta que empiece a dorarse, cuidando que no se queme. Añade entonces el tomate seco y saltéalo brevemente para que se mezcle bien con el ajo. Ajusta la sal y añade una pizca de pimienta negra, si es posible, recién molida.
Elaboramos la bechamel
Prepara la bechamel y, si te apetece, añádele una cucharada del aceite del tomate seco para reforzar el sabor.
Bechamel fácil y cremosa
Consigue una bechamel cremosa y sin grumos siguiendo estos pasos:
- Ingredientes básicos:
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina tamizada
- 400 ml de leche caliente
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- Preparación:
- Derrite la mantequilla a fuego medio.
- Añade la harina tamizada y remueve constantemente durante 2 minutos, hasta que tome un tono dorado.
- Incorpora la leche caliente poco a poco, batiendo para evitar grumos.
- Cocina a fuego lento hasta que espese y tenga una textura cremosa pero firme.
- Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
Consulta nuestra receta para la bechamel tradicional o prueba una alternativa sin gluten
Integramos y dejamos enfriar
Con el sofrito aún caliente, añade el provolone troceado y remueve un par de minutos para que se funda ligeramente y se mezcle con el resto de ingredientes. Luego incorpora la bechamel y, por último la albahaca fresca picada. Mezcla bien hasta que todo quede bien integrado, con una textura cremosa y uniforme.
Dejamos reposar
Pasa toda la mezcla a un recipiente, cúbrela con papel film en contacto directo con la superficie y deja enfriar en la nevera al menos 4 horas, aunque mejor toda la noche.
Rebozamos y freímos
Una vez la masa esté bien fría, solo queda formar, rebozar y freír. El rebozado aporta ese punto crujiente que contrasta con el interior fundente y sabroso, y redondea el conjunto sin robar protagonismo a los ingredientes.
Rebozado y fritura de croquetas
Para unas croquetas crujientes y deliciosas:
- Rebozado:
- Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
- Enharina las croquetas con una fina capa.
- Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
- Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
- Fritura:
- Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
- Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
- Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.
Consulta la guía sobre el rebozado y fritura perfectos o prueba una alternativa sin gluten
Ajusta las croquetas de provolone y tomate seco a tu gusto
Este tipo de mezcla admite bastantes variaciones, así que siempre puedes darles tu toque personal.
- Si te gusta un sabor más marcado, añade una pizca de parmesano o pecorino. Con muy poco es suficiente para redondear el conjunto.
- Si te apetece un punto picante, puedes incorporar una pizca de guindilla o pimentón picante al sofrito.
- Puedes usar orégano seco en vez de albahaca, e incluso combinarlos, de esta forma darás un toque más intenso.
- Si quieres jugar con la textura, prueba a añadir piñones tostados o nueces picadas, le dará un punto crujiente muy interesante.
- Y si prefieres una sorpresa al morder, puedes añadir parte del provolone troceado cuando la mezcla ya esté templada. Así no se funde del todo y se derrite al freír, dejando pequeñas explosiones de queso en cada croqueta.
A disfrutar del resultado
El queso provolone y el tomate seco hacen buena pareja, y en forma de croqueta ganan en personalidad. La mezcla es sabrosa, con matices y bastante redonda por sí sola. Aun así, si te apetece acompañarlas, una salsa de mostaza y miel les va de maravilla, aportando un contraste suave y algo dulce. Y si prefieres algo más directo, un ketchup casero también funciona bien, con ese punto ácido que refresca sin tapar nada. Dos opciones distintas, pero igual de buenas para completar el plato.
¿Te animas a prepararlas? Cuéntanos en los comentarios cómo te han quedado y con qué salsa las acompañaste.
📅 Última actualización: 17 de abril de 2025.