Salsa Ketchup casera para tus croquetas: sabor auténtico y natural
El ketchup es una de esas salsas que gustan a todo el mundo, especialmente a los niños. Su equilibrio entre dulzura, acidez y ese toque ligeramente especiado lo convierte en el acompañamiento perfecto para una gran variedad de platos, incluidas las croquetas. Pero, ¿alguna vez has probado a hacer ketchup casero? Prepararlo en casa no solo es fácil, sino que también te permite ajustar el sabor a tu gusto y evitar los conservantes y azúcares añadidos de las versiones comerciales. ¡El resultado es una salsa más natural, con un sabor auténtico que lleva tus croquetas a otro nivel!
El ketchup casero que cambiará tus croquetas

El ketchup comercial suele estar cargado de azúcar y aditivos, lo que puede enmascarar el verdadero sabor del tomate. Hacer ketchup casero te permite controlar la cantidad de azúcar, equilibrar el nivel de acidez y darle un toque personalizado con las especias que más te gusten. Además, su textura cremosa y su sabor ligeramente agridulce combinan de maravilla con el crujiente de unas croquetas, creando un contraste delicioso que suele encantar a los niños… y a los mayores!.
Ingredientes para el ketchup casero
Para hacer ketchup casero delicioso, solo necesitas ingredientes básicos y fáciles de conseguir. Asegúrate de usar tomates maduros para conseguir un sabor más intenso.
- 1 kg de tomates maduros.
- 1 cebolla pequeña.
- 50 ml de vinagre de manzana.
- 1 diente de ajo.
- 50 g de azúcar moreno.
- 1 cucharadita de pimentón dulce.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- Una pizca de sal y de pimienta negra.
Cómo preparar ketchup casero paso a paso
Preparar ketchup casero es más fácil de lo que parece. Sigue estos pasos y en menos de una hora tendrás una salsa lista para acompañar tus croquetas.
Sofreímos la cebolla y el ajo
Pela y pica finamente la cebolla y el ajo. Calienta el aceite de oliva en una cazuela a fuego medio y sofríelos durante unos cinco minutos, hasta que estén tiernos y ligeramente dorados.
Añadimos los tomates
Lava y corta los tomates en trozos pequeños. Añádelos a la cazuela y cocina a fuego medio durante unos 15-20 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que se deshagan y suelten todo su jugo.
Incorporamos las especias y el vinagre
Incorpora el azúcar moreno, el vinagre de manzana y el pimentón. Remueve bien y cocina a fuego lento durante 20 minutos más, para que los sabores se integren y la mezcla reduzca ligeramente.
Trituramos y colamos
Retira la cazuela del fuego y deja que la mezcla se enfríe un poco. Después, tritúrala con una batidora hasta obtener una textura suave y homogénea. Si quieres un ketchup más fino, pásalo por un colador o un pasapurés.
Ajustamos el sabor
Prueba el ketchup y ajusta el punto de sal, azúcar o vinagre según tu gusto. Si queda demasiado espeso, añade un poco de agua hasta obtener la textura deseada.
Una vez obtengas el sabor deseado, deja reposar y enfriar hasta el día siguiente y estará listo para disfrutar. La espera merecerá la pena.
Consejos para un ketchup perfecto
Prueba todas las combinaciones diferentes que se te ocurran hasta encontrar tu ketchup casero preferido.
- Si prefieres un toque más dulce, añade un poco más de azúcar moreno o, mejor aún, un poco de miel.
- Si te gusta el toque picante, añade una pizca de cayena, unas gotas de tabasco o sustituye el pimentón dulce por su versión picante.
- Para obtener un toque más especiado y complejo, añade una pizca de canela y clavo molido al ketchup mientras se cocina. La canela aporta un toque cálido y dulce, mientras que el clavo refuerza el fondo aromático de la salsa.
- Guarda el ketchup en un tarro hermético en la nevera, donde se conservará perfectamente durante hasta 2 semanas sin perder sabor ni textura.
- Si quieres hacer una versión más ligera y saludable, sustituye el azúcar moreno por estevia o eritritol. La estevia aporta dulzura sin calorías, mientras que el eritritol ofrece un sabor suave y natural sin afectar al azúcar en sangre.
Disfruta de tus croquetas con ketchup casero
El ketchup casero combina de maravilla con las croquetas de jamón York y queso, pero también con las de pollo o las de mortadela y pistachos. Su combinación de dulzura y acidez potencia el sabor de las croquetas y aporta ese toque casero y auténtico que hace que cada bocado sea especial. Y como el ketchup suele ser una de las salsas favoritas de los niños, esta versión casera es una alternativa más natural y saludable que seguro les encantará.
Si te animas a prepararlo, ¡cuéntanos qué tal te ha quedado! Déjanos un comentario para contarnos con qué croquetas lo has acompañado o si has hecho alguna variación interesante. ¡Que aproveche!
📅 Última actualización: 15 de abril de 2025.