Dos de croquetas… de atún!

El atún es uno de los pescados más apreciados en la gastronomía por su riqueza nutricional, su textura firme y su sabor intenso. Es una excelente fuente de proteínas de alta calidad y ácidos grasos omega-3, fundamentales para la salud cardiovascular. Además, aporta vitaminas del grupo B y minerales como el selenio y el fósforo, convirtiéndolo en un alimento muy completo.

Versátil y lleno de sabor, este pescado puede disfrutarse de muchas maneras. Fresco y en crudo, es el protagonista de platos como el tartar o el sashimi, mientras que cocinado se integra en guisos, ensaladas, pastas y rellenos. En conserva es una opción práctica y accesible, utilizada en bocadillos, ensaladillas o recetas más elaboradas. También se encuentra en versiones ahumadas o curadas, como la mojama, conocida como el jamón del mar, una especialidad andaluza, particularmente de Cádiz y Huelva, donde el atún se sala y se seca al aire, logrando un sabor concentrado y una textura única.

Un bocado con todo el sabor del mar: el atún

Las croquetas de atún son una forma deliciosa de disfrutar este pescado, además de una opción práctica para aprovechar restos de atún fresco cocinado. Para esta receta, utilizamos atún en aceite de oliva, que aporta un extra de jugosidad y sabor, pero también se pueden preparar con otras variedades de atún en conserva.

Ingredientes para 2 raciones

Además de la bechamel, para estas croquetas vamos a necesitar:

• 100 g de atún en aceite de oliva.
• ¼ de pimiento rojo.
• ½ cebolla.
• Un ramillete de perejil fresco.
• Sal y pimienta blanca al gusto.

Preparamos la mezcla para nuestras croquetas

Es el momento de ponernos manos a la obra y preparar unas croquetas irresistibles, con una textura cremosa y todo el sabor del atún.

Sofreímos la cebolla y el pimiento

Escurre el atún, reservando su aceite. Vierte ese aceite reservado en una sartén y caliéntalo a fuego medio. Añade la cebolla y el pimiento rojo finamente troceados y sofríe hasta que la cebolla esté transparente.

Añadimos el atún y el toque aromático

Incorpora el atún desmenuzado y remueve durante unos minutos para que se mezcle bien con el sofrito. Añade el perejil fresco picado y una pizca de sal y pimienta blanca. Remueve nuevamente para que los sabores se integren de manera uniforme.

Elaboramos la bechamel

Si quieres darle un matiz más profundo a la bechamel, puedes infusionar la leche con una hoja de laurel antes de incorporarla a la mezcla.

Bechamel fácil y cremosa

Consigue una bechamel cremosa y sin grumos siguiendo estos pasos:

• Ingredientes básicos:
  • 40 g de mantequilla
  • 40 g de harina tamizada
  • 400 ml de leche caliente
  • Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
• Preparación:
  1. Derrite la mantequilla a fuego medio.
  2. Añade la harina tamizada y remueve constantemente durante 2 minutos, hasta que tome un tono dorado.
  3. Incorpora la leche caliente poco a poco, batiendo para evitar grumos.
  4. Cocina a fuego lento hasta que espese y tenga una textura cremosa pero firme.
  5. Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.

Consulta nuestra receta para la bechamel tradicional o prueba una alternativa sin gluten

Incorporamos la mezcla

Incorpora la bechamel a la sartén con el sofrito de cebolla, pimiento y atún. Cocina a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que la mezcla adquiera una textura homogénea y bien ligada.

Dejamos reposar y enfriar

Lleva la mezcla a un recipiente, cubre la superficie con papel film y llévala al frigorífico durante al menos 4 horas. Si quieres una textura aún más cremosa y bien asentada, déjala reposar toda la noche antes de darle forma a las croquetas.

Rebozamos y freímos

Para conseguir unas croquetas de atún irresistibles, es fundamental un rebozado bien sellado y una fritura en su punto justo: doradas por fuera, crujientes al morder y con un interior cremoso y lleno de sabor.

Rebozado y fritura de croquetas

Para unas croquetas crujientes y deliciosas:

• Rebozado:
  1. Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
  2. Enharina las croquetas con una fina capa.
  3. Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
  4. Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
• Fritura:
  • Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
  • Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
  • Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.

Consulta la guía sobre el rebozado y fritura perfectos o prueba una alternativa sin gluten

Ajusta las croquetas a tu gusto

Dale un toque único a tus croquetas de atún variando algún ingrediente o añadiendo un toque personal a la receta.

• Si usas atún en conserva en aceite de oliva, después de escurrirlo, puedes aprovechar ese aceite para sofreír la cebolla y el pimiento, ya que le dará más sabor. Si utilizas atún al natural o en otro tipo de aceite, escúrrelo completamente y usa aceite de oliva virgen extra para el sofrito.
• La ralladura de limón al final de la mezcla potencia el sabor del atún y aporta un contraste fresco y ligero.
• El orégano o el eneldo combinan muy bien con el atún sin enmascarar su sabor. También puedes añadir un poco de tomate seco en trocitos o una cucharadita de concentrado para darle más profundidad.
• Si prefieres una textura más suave, añade una cucharadita de queso crema. Esto hará que la mezcla quede más cremosa sin alterar demasiado el sabor del atún.

Vamos a la mesa

Las croquetas de atún son una opción deliciosa y fácil de preparar, perfecta para cualquier ocasión. Su sabor intenso y su textura cremosa las convierten en un bocado irresistible. Acompáñalas con una ensalada fresca y una salsa ligera, como la de pimientos del piquillo o la de limón, para potenciar su sabor. ¿Te animas a prepararlas? Cuéntanos cómo te han quedado y con qué las has acompañado.

📅 Última actualización: 09 de abril de 2025.

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