Dos de croquetas… de brócoli y bacon!

Puede que no lo parezca de entrada, pero el brócoli y el bacon hacen una pareja de lo más interesante. El brócoli aporta frescura, suavidad y un toque verde que aligera cualquier mezcla, además de aportar múltiples beneficios, como el de sumar fibra, vitaminas y minerales. El bacon va por otro camino: sabor intenso, ese toque ahumado que engancha y una textura crujiente que siempre suma. Juntos se equilibran de maravilla y tienen ese algo que hace que platos como ensaladas templadas, quiches o incluso croquetas tengan un punto especial y distinto.

Una combinación con mucho sabor: el brócoli y el bacon

Brócoli cocido con bacon dorado y láminas de ajo en un plato, ingredientes base para croquetas caseras.

Cuando esa combinación se convierte en croquetas, gana en profundidad. El brócoli se integra en la masa aportando ligereza y equilibrio, mientras que el bacon aparece con pequeños golpes de sabor intenso que elevan el conjunto. El contraste entre lo vegetal y lo ahumado se mantiene incluso tras el rebozado, dando lugar a unas croquetas diferentes, sabrosas y con mucha personalidad, perfectas para salir de lo típico sin complicarse.

Ingredientes para 2 raciones

Además de la bechamel, para preparar estas croquetas vamos a necesitar:

  • 150 g de brócoli.
  • 100 g de bacon.
  • 1/2 cebolla.
  • 1 diente de ajo.
  • Sal y pimienta negra al gusto.

Preparamos la mezcla para nuestras croquetas

Para que las croquetas queden jugosas y llenas de sabor, es importante cocer el brócoli al punto y dorar bien el bacon para sacarle todo su potencial.

Cocemos el brócoli

Cuece el brócoli en agua con sal durante unos 3-4 minutos, hasta que esté tierno pero conserve su color verde brillante. Escurre bien y pícalo en trozos pequeños. Mientras tanto, pica muy finamente la cebolla y el ajo.

Preparamos el sofrito

Corta el bacon en pequeños tacos y échalo en una sartén, sin aceite y a fuego medio y deja que se dore poco a poco, soltando su propia grasa. Cuando empiece a dorarse, añade el ajo y la cebolla picados. Si ves que se queda demasiado seco, puedes añadir una cucharada de aceite de oliva para equilibrar la textura.

Mezclamos los ingredientes

Una vez que la cebolla esté pochada y el bacon ligeramente crujiente, añade el brócoli picado a la sartén y mezcla bien para que todos los sabores se integren. Ajusta de sal y añade una pizca de pimienta negra, si es posible, recién molida.

Elaboramos la bechamel

Prepara una bechamel suave y sin grumos, con la textura justa para que la mezcla quede cremosa pero manejable al formar las croquetas.

Integramos la mezcla

Añadimos la bechamel a la mezcla de ingredientes y removemos durante unos instantes para integrar bien todos los sabores.

Dejamos reposar y enfriar

Pasa la mezcla a un recipiente y cúbrela con papel film, en contacto directo con la masa. Deja que repose en la nevera al menos 4 horas, aunque mejor, toda la noche.

Rebozamos y freímos

Si el bacon ya aporta un toque crujiente por dentro, el rebozado se encarga de rematarlo por fuera. Una fritura bien hecha marca la diferencia.

Rebozado y fritura de croquetas

Para unas croquetas crujientes y deliciosas:

  • Rebozado:
    1. Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
    2. Enharina las croquetas con una fina capa.
    3. Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
    4. Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
  • Fritura:
    • Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
    • Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
    • Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.

Ajusta las croquetas de brócoli y bacon a tu gusto

Si quieres darles tu toque personal, prueba con todas las opciones diferentes que se te ocurran.

  • Para un resultado más cremoso y sabroso, añade un poco de queso parmesano o Grana Padano rallado a la mezcla. Se funde con la bechamel y potencia el sabor sin enmascarar al brócoli ni al bacon. También ayuda a que la masa tenga más cuerpo.
  • Si no quieres desaprovechar nada, puedes triturar los tallos del brócoli cocidos y añadirlos a la bechamel. Aportan sabor, cuerpo y un refuerzo vegetal sin que se note en la textura final.
  • Una opción diferente es sustituir el bacon por panceta curada. Es más intensa y tiene un punto más salado, así que hay que usarla con moderación, pero consigue un sabor más potente y profundo en el conjunto.
  • Y si te apetece resaltar el color y añadir un matiz cálido, prueba con una pizca de cúrcuma en la bechamel. No altera el sabor de forma notable, pero sí aporta un fondo interesante y ayuda a que el interior tenga un tono más dorado y apetecible.

Toca disfrutar del resultado

Estas croquetas son la prueba de que el brócoli también puede tener un punto goloso si se combina con los ingredientes adecuados. El bacon le da carácter sin tapar su frescura, y juntos forman una mezcla que sorprende y reconcilia a más de uno con las verduras. Nada acompaña mejor a estas croquetas que una buena salsa de queso suave, o incluso una de mostaza y miel, si te apetece algo distinto.

¿Te apetece probarlas? Cuéntanos en los comentarios cómo te salieron y con qué las acompañaste. Siempre viene bien conocer otras versiones.

📅 Última actualización: 09 de abril de 2025.


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