Dos de croquetas… de torrijas!

Hay sabores que te devuelven a la cocina de la abuela, y las torrijas son uno de ellos. Leche caliente aromatizada con canela, pan del día anterior empapado con mimo y ese olor dulce que lo llenaba la casa. Un postre humilde, hecho sin prisas, con intuición y cariño. Su origen se remonta siglos atrás en la tradición repostera española y está vinculado a la cocina de aprovechamiento. Esta vez, ese sabor de siempre aparece en un formato distinto: croquetas dulces que mantienen la esencia, pero llegan con un toque que nadie espera. Y lo mejor es que funciona.

Torrijas y croquetas: dos clásicos que se fusionan

Rebanadas de torrija espolvoreadas con azúcar y canela sobre una tabla de madera, junto a leche, huevo y piel de limón, ingredientes clave para unas croquetas dulces.

Estas croquetas dulces son una versión inesperada del clásico de Semana Santa. Su interior está inspirado en la crema que se forma cuando la torrija se empapa bien en leche, huevo y azúcar. El toque de canela, la ralladura de limón y la fritura justa hacen que cada mordisco tenga ese sabor a tradición… pero con una presentación que nadie espera.

Ingredientes para dos raciones

Para prepararlas en casa, solo necesitas unos pocos ingredientes de los de siempre.

  • 250 ml de leche entera.
  • 2 rebanadas de pan del día anterior.
  • 1 huevo.
  • 40 g de azúcar.
  • Una rama de canela.
  • Un limón.

Una crema de torrija para formar las croquetas

Vamos a preparar una mezcla suave y densa, como si la torrija se hubiera convertido en una bechamel dulce. Ideal para formar después nuestras croquetas.

Infusionamos la leche

Pela el limón con cuidado, usando solo la parte amarilla de la piel para evitar el amargor. Calienta la leche junto con esa piel y la rama de canela. Cuando empiece a hervir, retira del fuego, tapa el cazo y deja infusionar durante unos 10 minutos. Retira la piel de limón y la rama de canela antes de continuar.

Desmigamos y mezclamos

Despedaza el pan en trozos pequeños y añádelo a la leche aún caliente. Remueve hasta que se empape bien y se forme una especie de papilla espesa. Añade el azúcar y sigue removiendo para que se integre.

Huevo para dar cuerpo

Bate el huevo aparte y agrégalo poco a poco a la mezcla, removiendo bien. Cocina unos minutos a fuego bajo, sin dejar de remover, hasta que espese y tenga consistencia de crema densa.

Reposo en frío

Vierte la mezcla en un recipiente, cubre con film en contacto y deja enfriar primero a temperatura ambiente y luego en la nevera, al menos 4 horas.

Rebozado y fritura

Una vez firme, forma las croquetas, pásalas por huevo batido y luego por pan rallado. Fríelas en aceite caliente hasta que estén bien doradas y con una capa exterior firme.

Rebozado y fritura de croquetas

Para unas croquetas crujientes y deliciosas:

  • Rebozado:
    1. Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
    2. Enharina las croquetas con una fina capa.
    3. Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
    4. Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
  • Fritura:
    • Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
    • Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
    • Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.

Ideas para personalizar tus croquetas de torrijas

Aunque ya están buenísimas tal cual, siempre hay formas de darles una vuelta y hacerlas aún más tuyas.

  • Después de freírlas, puedes pasarlas por una mezcla de azúcar y canela como harías con las torrijas clásicas.
  • Si te gustan los contrastes, acompáñalas con un poco de miel templada, una salsa de caramelo salado o incluso un chorro de chocolate caliente.
  • Si quieres una textura más firme, incorpora a la mezcla una cucharadita de maicena disuelta en un poco de leche fría.
  • Para una textura más cremosa, añade un chorrito de nata líquida a la mezcla antes de enfriar.
  • También puedes saltarte la fritura: empánalas con galleta triturada y déjalas en la nevera hasta que estén firmes. El resultado es una versión tipo trufa, más ligera y perfecta para tomar fría.

Tradición en formato croqueta

Las croquetas de torrija son un homenaje a uno de los postres más icónicos de nuestra cocina. Su sabor nos lleva directamente a esas torrijas de Semana Santa, pero con una vuelta de tuerca que las hace perfectas para sorprender. Prueba esta versión dulce, casera y diferente, y si te gusta, quizá te animes también con las de tarta de queso o las de arroz con leche.

¿Tienes algún truco para tus torrijas o una versión distinta que podríamos transformar en croqueta? Déjalo en los comentarios y seguimos cocinando juntos ideas locas… pero deliciosas.

📅 Última actualización: 13 de abril de 2025.


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