Dos de croquetas… de lombarda y nueces!
La lombarda, una col de invierno de intenso color violeta, suele aparecer en guisos y platos tradicionales. Su sabor ligeramente dulce la hace original y muy visual en cualquier receta, y su color se debe a las antocianinas, unos antioxidantes que cambian de tonalidad según el pH de los alimentos. Por otro lado, las nueces son pequeños tesoros de la naturaleza, repletas de grasas saludables, minerales y antioxidantes que cuidan del corazón y del cerebro y con un sabor que nunca pasa desapercibido.
El contraste perfecto: la lombarda y las nueces

Estas croquetas combinan lo mejor de ambos mundos: la suavidad y color de la lombarda con el punto crujiente y aromático de las nueces. La mezcla recuerda un poco a las ensaladas templadas de invierno, pero con el encanto de la bechamel y el rebozado dorado. Son ligeras, sabrosas y muy vistosas, perfectas para quienes disfrutan de los sabores de temporada.
Ingredientes para 2 raciones
Además de la bechamel, para preparar estas croquetas vamos a necesitar:
- 150 g de lombarda.
- 30 g de nueces peladas.
- 1/2 cebolla.
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta blanca al gusto.
Preparamos la mezcla para nuestras croquetas
Para que el resultado sea equilibrado, la lombarda debe quedar tierna pero con cuerpo, y las nueces, ligeramente tostadas para sacarles todo su aroma.
Cocinamos la lombarda
Corta la lombarda en tiras finas y cuécela en agua con una pizca de sal y un chorrito de vinagre durante unos 10 minutos, hasta que esté blanda pero mantenga su color intenso. Escúrrela bien y pícalo todo en trozos pequeños. Reserva.
Preparamos el sofrito
En una sartén, añade el aceite de oliva y pocha la cebolla a fuego medio hasta que quede transparente. Incorpora la lombarda picada y cocina unos minutos para que se integren los sabores. Ajusta el punto de sal y añade una pizca de pimienta blanca.
Tostamos las nueces
En una sartén pequeña, tuesta ligeramente las nueces sin aceite, removiendo con frecuencia para que no se quemen. Déjalas enfriar un par de minutos y pícalas de forma irregular, para que haya trocitos más grandes y otros finos. Añádelas al sofrito y mezcla bien.
Elaboramos la bechamel
Prepara una bechamel con textura cremosa, sin grumos, que aporte cuerpo a la mezcla sin enmascarar el sabor de la lombarda. Si te apetece, puedes infusionar la leche con una hoja de laurel para darle un toque más aromático.
Bechamel fácil y cremosa
Consigue una bechamel cremosa y sin grumos siguiendo estos pasos:
- Ingredientes básicos:
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina tamizada
- 400 ml de leche caliente
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- Preparación:
- Derrite la mantequilla a fuego medio.
- Añade la harina tamizada y remueve constantemente durante 2 minutos, hasta que tome un tono dorado.
- Incorpora la leche caliente poco a poco, batiendo para evitar grumos.
- Cocina a fuego lento hasta que espese y tenga una textura cremosa pero firme.
- Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
Consulta nuestra receta para la bechamel tradicional o prueba una alternativa sin gluten
Integramos la mezcla
Añade la bechamel al sofrito con las nueces y remueve bien hasta conseguir una masa homogénea y brillante, de color violeta claro. Deja que temple antes de cubrirla con film.
Dejamos reposar y enfriar
Pasa la mezcla a un recipiente, cúbrela con papel film en contacto con la superficie y guarda en la nevera al menos 4 horas, o mejor toda la noche. Así la masa tomará cuerpo y se asentará el sabor.
Rebozamos y freímos
El rebozado aporta el toque final: una textura crujiente que contrasta con el interior cremoso y lleno de matices. Fríe las croquetas en aceite caliente y deja que escurran el exceso sobre papel absorbente.
Rebozado y fritura de croquetas
Para unas croquetas crujientes y deliciosas:
- Rebozado:
- Usa las manos espolvoreadas con harina para darle forma ovalada o esférica.
- Enharina las croquetas con una fina capa.
- Pásalas por huevo batido y deja escurrir el exceso.
- Cúbrelas con pan rallado y déjalas reposar por lo menos media hora.
- Fritura:
- Usa aceite caliente (180 °C) para sellar el rebozado y evitar que absorban grasa.
- Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
- Escurre las croquetas sobre papel absorbente para un resultado más ligero.
Consulta la guía sobre el rebozado y fritura perfectos o prueba una alternativa sin gluten
Ajusta las croquetas de lombarda y nueces a tu gusto
Estas croquetas admiten variaciones muy interesantes si te apetece experimentar.
- Para un sabor más cremoso, añade una cucharada de queso crema o un poco de queso azul suave a la mezcla antes de enfriar.
- Si prefieres una nota fresca, incorpora una pizca de ralladura de limón o un toque de vinagre de manzana justo antes de servir.
- También puedes espolvorear nueces picadas por encima antes de rebozar para un extra de textura.
- Y si quieres reforzar el color, añade una gota de vinagre de vino tinto al cocer la lombarda: conservará un violeta más intenso.
Unas croquetas otoñales llenas de color
Estas croquetas de lombarda y nueces son una pequeña joya para los meses fríos: sabrosas, suaves y con un color que llama la atención en la mesa. Puedes acompañarlas con una deliciosa salsa romesco o un poco de tzatziki si buscas un contraste más fresco.
¿Te animas a probarlas? Cuéntanos en los comentarios cómo te quedaron y si les diste tu toque personal.
📅 Última actualización: 08 de octubre de 2025.